Antes de embarcarte en un camino de venganza, cava dos tumbas.
Dicen que el duelo tiene 5 etapas; la primera es la negación, seguida de la ira, luego llega la negociación, la depresión y la aceptación. Pero el duelo es despiadado y cuando ya crees que eres libre te das cuenta de que nunca has tenido la menor oportunidad.

El sentimiento de culpabilidad es algo muy poderoso, puedes intentar darle la espalda, pero entonces te atacas y acaba reconcomiéndote, hay quienes luchan por comprender ese sentimiento, sin querer o sin poder justificar el papel que han jugado en la historia..Otros huyen de su sentimiento de culpa, despojándose de su conciencia poco a poco hasta que no queda nada, pero yo corro siempre hacia mi culpa, me alimento de ella, la necesito. Para mí la culpa es una de las pocas luces que iluminan mi camino.

La justicia como la belleza esta en los ojos del que la mira, unos ven una víctima inocente, otros ven como el mal encarnado recibe su justo merecido. Para los inocentes, el pasado puede reservar una recompensa, pero a los traicioneros solo es cuestión de tiempo que acaben recogiendo lo que sembraron.

La venganza a veces se complica, ambas cosas serian mucho mas sencillas si nuestro cerebro fuera capaz de descubrir hacia donde desea ir nuestro corazón, pero el corazón tiene razones que la razón no conoce. Los corazones en conflicto se alimentan de la duda y la confusión, y te hacen cuestionarte tu camino, tus tácticas, tus motivos, cuando al mirar hacia adelante no ves mas que oscuridad solo la razón y la determinación pueden sacarte del abismo.

El sentimiento de culpabilidad es algo muy poderoso, puedes intentar darle la espalda, pero entonces te acaba reconcomiendo, hay quienes luchan por comprender ese sentimiento, otros huyen de el, despojándose de su conciencia poco a poco hasta que no queda nada, pero yo corro siempre hacia mi culpa, me alimento de ella, la necesito. Para mí la culpa es una de las pocas luces que iluminan mi camino.

Perdonar, esa era una promesa que no podía cumplir, cuando el engaño es tan profundo alguien tiene que pagar por ello, a mi padre le quitaron la oportunidad de llevar ante la justicia a los verdaderos culpables, su única opción era perdonar, pero yo tengo otras… Dicen que la venganza es un plato que se sirve frió, pero a veces sabe mejor caliente, como un plato de sopa. Mi padre murió siendo inocente, traicionado por la mujer a la que amaba. Cuando te han robado todo lo que amabas, a veces lo único que te queda es la venganza.

Como ya he dicho esta historia no trata del perdón.
Cuando yo era pequeña, mi comprensión del concepto de venganza se limitaba a los proverbios religiosos, tras los que se ocultaba dicha idea, consignas éticas tales como “pon la otra mejilla” y “con un error no se subsana otro”, pero una mala acción nunca subsana otra, porque no hay dos malas acciones exactamente iguales, para las víctimas del agravio la verdadera satisfacción solo puede hallarse en uno de estos dos extremos: el perdón absoluto o el ajuste de cuentas.
Esta historia no trata del perdón.
Esta historia no trata del perdón.
Dicen que el duelo tiene 5 etapas; la primera es la negación, seguida de la ira, luego llega la negociación, la depresión y la aceptación. Pero el duelo es despiadado y cuando ya crees que eres libre te das cuenta de que nunca has tenido la menor oportunidad.

El sentimiento de culpabilidad es algo muy poderoso, puedes intentar darle la espalda, pero entonces te atacas y acaba reconcomiéndote, hay quienes luchan por comprender ese sentimiento, sin querer o sin poder justificar el papel que han jugado en la historia..Otros huyen de su sentimiento de culpa, despojándose de su conciencia poco a poco hasta que no queda nada, pero yo corro siempre hacia mi culpa, me alimento de ella, la necesito. Para mí la culpa es una de las pocas luces que iluminan mi camino.

La justicia como la belleza esta en los ojos del que la mira, unos ven una víctima inocente, otros ven como el mal encarnado recibe su justo merecido. Para los inocentes, el pasado puede reservar una recompensa, pero a los traicioneros solo es cuestión de tiempo que acaben recogiendo lo que sembraron.

La venganza a veces se complica, ambas cosas serian mucho mas sencillas si nuestro cerebro fuera capaz de descubrir hacia donde desea ir nuestro corazón, pero el corazón tiene razones que la razón no conoce. Los corazones en conflicto se alimentan de la duda y la confusión, y te hacen cuestionarte tu camino, tus tácticas, tus motivos, cuando al mirar hacia adelante no ves mas que oscuridad solo la razón y la determinación pueden sacarte del abismo.

El sentimiento de culpabilidad es algo muy poderoso, puedes intentar darle la espalda, pero entonces te acaba reconcomiendo, hay quienes luchan por comprender ese sentimiento, otros huyen de el, despojándose de su conciencia poco a poco hasta que no queda nada, pero yo corro siempre hacia mi culpa, me alimento de ella, la necesito. Para mí la culpa es una de las pocas luces que iluminan mi camino.

Perdonar, esa era una promesa que no podía cumplir, cuando el engaño es tan profundo alguien tiene que pagar por ello, a mi padre le quitaron la oportunidad de llevar ante la justicia a los verdaderos culpables, su única opción era perdonar, pero yo tengo otras… Dicen que la venganza es un plato que se sirve frió, pero a veces sabe mejor caliente, como un plato de sopa. Mi padre murió siendo inocente, traicionado por la mujer a la que amaba. Cuando te han robado todo lo que amabas, a veces lo único que te queda es la venganza.

Como ya he dicho esta historia no trata del perdón.

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